El Viaje a la Alcarria que emprendiera Camilo José Cela en 1948 es una delicia literaria. Hoy ese viaje sosegado y pausado sigue siendo posible en estas tierras de Guadalajara. Se puede hacer a pie, en bici o en coche de forma tranquila y relajada; no era Cela precisamente de esfuerzos asfixiantes, fue el suyo un viaje cómodo, disfrutando del paisaje, de sus gentes, de los pueblos porque: «la Alcarria es un hermoso país al que la gente no le da la gana ir. Yo anduve por él unos días y me gustó».

Saliendo de Trillo, por una posta de tierra, podemos subir a las Tetas de Viana –uno de los más característicos elementos paisajísticos de la comarca y el punto más elevado de la Alcarria- la caminata merece la pena. Desde la cima de estos cerros se disfruta de unas vistas espectaculares. Existen dos rutas de senderismo señalizadas para la visita desde Viana de Mondéjar y desde Trillo, respectivamente.

Una parada merece también la pequeña localidad de La Puerta, situada en un bello entorno natural y con una preciosa iglesia románica. Antes de alcanzar el embalse de Entrepeñas se encuentra Chillarón del Rey, pueblo de empinadas callejas, casonas y su rotunda iglesia de Nuestra Señora de los Huertos.

Desde los cerros de Durón hay unas bonitas vistas del embalse, el pueblo conserva casonas y palacios, y una monumental iglesia parroquial. No muy lejos, camino del Tajo, se levanta Budia –su plaza Mayor es fiel reflejo de la sencilla y rotunda belleza de su caserío–. Antes de cruzar de nuevo las aguas del Tajo se levanta el bonito pueblo serrano de El Olivar.

A un kilómetro de Pareja, un azud de aguas tranquilas es lugar ideal para disfrutar del baño durante el verano. Hacia el sur, el camino pasa por Casasana para llegar a Córcoles. La primera, entre los valles que dibujan el Tajo y el Guadiela, «tiene un color entre verdinegro y gris azulado, muy bonito», escribe Cela; y antes de llegar a la segunda –que cuenta con una magnífica iglesia– encontramos el Monasterio de Monsalud, cenobio cisterciense cuya visita es muy recomendable.

Sacedón, situada junto a la presa del embalse de Entrepeñas, es el centro neurálgico para disfrutar de los deporte náuticos. Desde el cerro de la Coronilla se disfruta de una panorámica espectacular. Finalmente llegaremos a Tendilla donde merece la pena realizar un paseo entre su arquitectura típicamente alcarreña.

No muy lejos se adivinan Pastrana, Zorita de los Canes y el Parque Arqueológico de Recópolis pero esa es otra historia… y otro plan.