«El viajero, de nuevo en la carretera, recién descansado, piensa en las cosas en las que no pensó en mucho años, y nota como si una corriente de aire le diese ligeramente en el corazón».
Guadalajara
Es el punto de partida de nuestra ruta, como lo fue para Cela. A partir de aquí «parece como si se hubiera descorrido un telón». Cela «se echa el morral a la espalda, se cuelga la cantimplora de la hebilla del cinturón y tira cuesta arriba, camino de la ciudad...», dispuesto a descubrirla.
Su casco histórico invita a conocer los torreones del Alamín y de Alvar Fáñez, ambos del siglo XIII, restos de la antigua muralla de la ciudad, los Palacios don Antonio de Mendoza, el de los Dávalos, los dos del siglo XVI, y el afamado Palacio del Infantado, del siglo XV. El Palacio de la Diputación, el de los Guzmán, el de los Marqueses de Villamejor y el de la Cotilla albergan historias y curiosidades sin quitar protagonismo a las Iglesias de Santiago, de estilo gótico-mudéjar, al igual que la Capilla de Luis de Lucena. La Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, la de San Nicolás el Real, la del Carmen, la de San Francisco, la de San Ginés y la Concatedral de Santa María la Mayor, sin olvidarnos de el Panteón de la Duquesa de Sevillano.
Guadalajara bien merece ser visitada en septiembre, durante sus Ferias y Fiestas, aunque la Semana Santa, el Carnaval y el Corpus Christi son también eventos festivos importantes en la ciudad, sin olvidarnos del famoso Maratón de Cuentos celebrado en Junio.
Torija
Nuestro viaje nos lleva ahora a Torija, a donde le lleva el carro Félix. Considerada por todos, puerta natural de la Alcarria, sigue conservando casonas solariegas con escudos en sus fachadas que dan paso a grandes portalones; plazoletas con soportales castellanos, estrechas callejuelas, restos de murallas medievales; el Castillo, del siglo XV fue obra de la familia de los Mendoza y albergo en su día a Carlos V y a Felipe II. Reconstruido en mediados del siglo XX, alberga el centro de Interpretación Turística de la provincia y en la Torre del Homenaje encontramos el Museo de Viaje a la Alcarria, primer museo en el mundo dedicado a un libro, con fotos, ediciones únicas de la publicación y otros utensilios artesanales usados por Cela durante su viaje a la Alcarria.
Brihuega
«Brihuega tiene un color gris azulado, como de humo de cigarro puro. Parece una ciudad antigua, con mucha piedra, con casas bien construidas y árboles corpulentos». La monumentalidad del casco antiguo de Brihuega le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico.
En la entrada de la población nos dan la bienvenida un rollo y parte de la antigua muralla construida por los árabes. En la Antigua Real Fábrica de Paños y sus Jardines de estilo versallesco, podemos encontrar un mirador con magníficas vistas sobre el caserío y el valle del Tajuña. La Iglesia de Nuestra Señora de la Peña, con detalles románicos alberga la imagen de la patrona de Brihuega. El Castillo de Peña Bermeja, con un cinturón de murallas muy bien conservado, del siglo XIII no quita protagonismo a las Iglesias de San Miguel y de San Felipe, también del XIII.
Masegoso de Tajuña
Ubicado a la vera del río Tajuña como su propio nombre indica y situado a 897 metros de altura sobre el nivel del mar, dista 65 kilómetros de Guadalajara. Se podría decir de Masegoso que es un pueblo de nueva creación, levantado a mitad del siglo XX.
La Parroquia de San Martín, de origen románico, la Plaza Mayor, con forma cuadrada y porticada con soportales y el Museo del Pastor, son tres de los principales puntos de interés para ser visitados. En el paso de la Cañada Real, se encuentra un merendero a la orilla del río Tajuña con mesas de piedra, cerca del Antiguo Tejar, zona interpretativa donde se explica como se hacia la teja. En Enero se realiza la matanza comunal, y durante el tercer fin de semana de mayo, un recorrido por los tramos de la cañada merina que va desde Soria a Sevilla.
Cifuentes
Situado en el corazón de las tierras de la provincia de Guadalajara, entre los valles del Tajuña y del Tajo. El viajero que se acerca a Cifuentes encuentra, en primer lugar, la singularidad reconfortante que el paisaje alcarreño regala al espíritu. A ello se añade la memoria de la historia en los monumentos civiles y religiosos que la adornan: la Plaza Mayor, del siglo XVI; mansiones solariegas, como la Casa de los Gallos; El Castillo de don Juan Manuel, el antiguo Convento dominico de San Blas...
La portada románica de Santiago, del siglo XIII constituye uno de los mejores conjuntos de arte románico de Guadalajara. Las ermitas de la Virgen de la Soledad y la del Remedio son dos pequeñas joyas que acompañan la visita al paraje natural de Los Manantiales y a la Cueva del Beato, pequeño santuario donde se venera a la Virgen de Loreto, en las cercanías del pueblo.
Trillo
A la ribera del Tajo, se sitúa en un enclave de extraordinaria belleza paisajística, Trillo. En él encontramos el Puente, de un solo ojo, del siglo XVI, que fue volado durante la Guerra de la Independencia y reconstruido posteriormente por Fernando VII. La Casa del Indiano, la Casa de la Inquisición, la Casa Parroquial, la Casa de los Batanero, la Casa de don Narciso Carrascoso y la Casa de don Baltasar Carrillo aderezan el paseo por su casco urbano. La iglesia parroquial es la de Santa María de la Estrella, del siglo XVI y el Monasterio de Santa María de Óvila fue fundado a fi nales del siglo XII por Alfonso VIII. El Museo de la Energía Prometeion, El hombre y la energía, hace comprender al visitante como durante siglos la energía ha condicionado los modos de vida y el pensamiento de la humanidad los Baños termales, cuya existencia y explotación se remontan al siglo XVIII, actualmente se han constituido en Real Balneario de Carlos III. Las Tetas de Viana «se ven en el horizonte, chatas aisladas» y están declaradas Monumento Natural; son dos montañas gemelas cubiertas de encinas y matorral oloroso, desde las que asoma una fantástica panorámica.
Chillaron del Rey
Como el viajero, nos dirigimos ahora a Chillaron del Rey, donde se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Huertos, construida a fi nales del siglo XVI, aunque tuvo añadidos barrocos. En su interior, se encuentra el retablo barroco, de 1730, mas importante de toda la provincia. En la Plaza Mayor encontramos una Casona nobiliaria del siglo XVII, con escudo en la fachada que atestigua que perteneció al Cabildo de la Catedral de Cuenca. El Tajo a su paso por Chillaron del Rey, deja paisajes de gran belleza.
Durón
«Durón es un pueblo que esta en tres pedazos, dos en una ladera, y otro, mas pequeño a orilla del camino que tomara el viajero y al lado de las huertas. Durón es un pueblo donde la gente es abierta y simpática y trata bien al que va de camino; al viajero se le muestra curiosa e incluso amable”. Y hoy sus gentes nos siguen acogiendo, como a Cela, con amabilidad. Su calle Mayor, esta salpicada de palacios y casonas de los siglos XVI, XVII y XVIII. La Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, tiene una interesante portada barroca, y la Ermita de la Esperanza, también barroca, fue trasladada piedra a piedra, aun camino cercano al pueblo a causa de las obras del pantano.
Budía
Llegamos a este pueblo, recorriendo sus calles de nombres sonoros –calle Real, calle de Boteros, calle de la Estepa, calle del Hastial, calle del Bronce, de la Lechuga, del Hospital...–. En ellas encontramos el rollo jurisdiccional, la Ermita de Nuestra Señora del Peral de la Dulzura que alberga una talla gótica en madera de la Virgen María, y la Iglesia de San Pedro Apóstol con su portada de estilo plateresco, atribuida a Covarrubias. Las Ermitas de Santa Ana, de la Soledad, de Santa Lucia y de San Roque. La Plaza Mayor, con el Ayuntamiento y su fuente (siglo XVI) es una de las plazas más bellas de la provincia.
Sus fiestas son singulares, protagonizadas por Los 16 Soldados de Cristo, cuyo cometido durante la Semana Santa es la custodia del Sepulcro, y la Sampedrada, 29 de junio, con verbenas, encierros y un pasacalles con las tradicionales Mascaritas; la patrona es la Virgen del Peral y en su honor se celebran grandes fiestas el domingo que sucede al día 8 de septiembre.
El Olivar
El Olivar –«Este pueblo alcarreño [...] perdido en la sierra, en tierra de lobos y rodeado de barrancos»– es nuestra próxima parada. Perteneció desde el siglo XI a Atienza, que entonces llegaba hasta la orilla derecha del Tajo, rigiéndose por su fuero y estando sometida a su jurisdicción. El embalse de Entrepeñas en cuyas orillas posee termino, ofrecen a El Olivar parajes de reconfortante belleza.
En sus calles además de casa de ventanas rusticas, con visillos de cuidada labor, destaca su Iglesia Parroquial renacentista, dedicada a la Asunción de la Virgen, esbelta y elegante, su interior se cubre por apuntadas bóvedas cuajadas de complicada tracería de nervaduras gotizantes.
Pareja
Su Plaza Mayor es uno de los conjuntos urbanos más interesantes de la arquitectura popular de la Alcarria, y en ella se encuentra el Palacio de los obispos de Cuenca, señores de la Villa. En el centro de la Plaza, una fuente de piedra con pilón de 1874, y la Olma Centenaria: un majestuoso ejemplar de olmo, incluido en el catálogo de Árboles singulares de España y declarado Monumento Natural, por sus dimensiones, longevidad, y por su importancia cultural, ya que Cela hace referencia a ella en su viaje.
La Feria de Pareja es la más antigua de la provincia de Guadalajara con un privilegio del rey Alfonso X el Sabio fechado en Valladolid en 1255 para su celebración «por siempre jamás» durante los días 8 y 9 de septiembre. En el Jueves Lardero, cuarenta y siete días antes de la Semana Santa, se celebran varios actos tradicionales como la rotura de pucheros, la rifa del Gallo y del Conejo En el Domingo de Resurrección los mozos queman bajo la Olima de la plaza un muñeco representando la traición de Judas.
Sacedón
Sacedón «está rodeado de campos de trigo verde y lozano, parece un pueblo importante y muy industrioso. El caserío se extiende bastante y la torre de la iglesia destaca airosa sobre todo él». Esta iglesia es la de la Virgen de la Asunción, del siglo XVII, de planta de salón tardogótica con columnas cilíndricas, bóvedas ojivales y detalles renacentistas. La portada, de 1591, es plenamente renacentista.
A todo el conjunto panorámico que proporciona el Embalse de Entrepeñas, conocido como el Mar de Castilla, se deben unir todas las zonas recreativas y playas, donde se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos y pesca. La festividad de la Santa Cara de Dios, del 28 de agosto al 3 de septiembre, tiene gran reconocimiento por sus festejos taurinos, debido a su centenaria plaza de piedra. La Romería a la Virgen del Socorro, y el tradicional Jueves Lardero, son también fiestas importantes de Sacedón. Destacan sus vinos con denominación de origen Mondéjar, el tinto cencibel o tempranillo, y el blanco malvar o macabeo son ideales para degustar en el pueblo, y para llevar a casa como recuerdo de nuestro viaje el Aceite y Miel con denominación de origen de la Alcarria.
Auñón
El viajero se dirige ahora Auñón, «Al cruzar por Auñón las criadas van cantando lo de Rosa de Madrid». Y aun hoy, parece que queremos verlas también entre las numerosas casas mobiliarias, con bellos escudos heráldicos, como la Casa del Comendador, del siglo XVI, sede de los comendadores calatravos. La Iglesia Parroquial del siglo XVI, dedicada a San Juan Bautista, exhibe el escudo de la orden de Calatrava, dueña del lugar en la época de su construcción; y la Ermita de la Virgen del Madroñal, del siglo XVII . Cercano esta el embalse de Entrepeñas; el puente medieval, único paso de la zona sobre el río Tajo fue varias veces derribado y reconstruido. Las fi estas patronales de la Virgen se celebran en septiembre, con una romería en la Ermita del Madroñal.
Alhóndiga
«Un pueblo de adobes colgado sobre el río Arles, que baja desde el pico Berniches, en la sierra que hay detrás de El Olivar». Aquí encontramos la Iglesia Parroquial del siglo XIX y la Picota del siglo XVI, junto a la Ermita de San Roque, esta se alza sobre cuatro gradas circulares y un plinto cuadrado de caras rectangulares, prototipo visto en otras picotas alcarreñas. El Castillo de Alhóndiga se sitúa sobre un cerro, donde actualmente yacen las ruinas de una iglesia. Se encuentra en estado de ruina, quedando solo algunos vestigios. Alhóndiga celebra sus fiestas populares el 8 de septiembre y las fiestas Patronales el día de San Juan Bautista, el 24 de junio.
Tendilla
Continuamos hasta Tendilla, «con sus olivares en la ladera y sus huertas en el llano, al lado de la carretera y del arroyo». Aquí paseamos por la Calle Mayor con grandes soportales y las casonas nobiliarias del siglo XVII .El Museo Etnológico municipal se encuentra situado en una casona del siglo XVIII y en él se muestran objetos relacionados con el modo de vida tradicional de esta localidad alcarreña. Es obligada la visita al afamado Obrador de la Confi tería, en la plaza del pueblo: «Siendo dulces de Tendilla, lo que me den», dice Cela; y obligada también es la degustación de las afamadas aceitunas aliñadas de Tendilla, elaboradas con hinojo, cáscara de naranja, laurel, tomillo y sal. El castillo del que solo quedan restos de algún muro de una de las torres.
La naturaleza nos ofrece lugares interesantes en El Pinar y el Mirador del Castillo donde se divisa toda la vega de Tendilla y para los amantes del senderismo disfrutaran con la ruta que atraviesa el monte Quejigal y el Encinar a través de 8 Kilómetros.
Fuentelviejo
El coche de línea tiró por la carretera de Fuentelviejo, porque su camino de siempre, otra carretera que queda a la derecha, estaba estropeada, e incluso cortada en algunos trozos, por la inundación. Fuentelviejo es un pueblo pequeño y típico, muy bonito. «Nos dirigimos hoy hasta allí, aunque la carretera ya no esta estropeada...». Al llegar nos reciben la Picota, la fuente del viejo, la Almazara, el lavadero y la Iglesia Parroquial de los siglos XV y XVI, que cuentan con interesantes pinturas. Las fi estas Patronales de San Roque en agosto y la Cruz de Mayo, el 3 de mayo son sus principales fi estas.
Hueva
«Hasta Hueva la carretera discurre ya entre huertecillas trabajadas muy curiosamente». Hueva tiene la torre de la iglesia torcida, como la de Pisa”. Esta es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Zarza, de los siglos XIII al XIV, su famosa torre campanario probablemente levantada en el siglo XV, sigue hoy inclinada tal y como señala Cela. Junto a la iglesia parroquial destaca la Capilla del Santísimo Cristo de la Fe, del siglo XVII. A las afueras del pueblo, en el camino viejo de la Fuentelencina, la Ermita de San Roque, del siglo XVI. La chopera y el camino de la Vega a Hontoba, donde se oculta en una sima, el arroyo de Hueva son interesantes parajes naturales.
El Santísimo Cristo de la Fe, el 14 de septiembre, Los Mayos, San Isidro, el Corpus, San Antonio, y San Roque son también fi estas importantes en Hueva, cuya gastronomía tiene como protagonistas al cordero lechal, la miel y las rosquillas del cristo.
Pastrana
En su casco histórico sobresale el Convento de San Pedro, de la Orden de Carmelitas Descalzas, fundado por la Madre Teresa de Jesús en 1569. El palacio Ducal del siglo XV, renacentista, muestra abundantes elementos manieristas. En este palacio vivió la famosa Princesa de Éboli en cuya cámara de la Reja Dorada estuvo años después recluida. Dice la leyenda que tan solo podía asomarse una hora al día a la bella reja del torreón de levante del palacio, desde la que se divisa la plaza mayor, de ahí que a la plaza se la llame «de la Hora». La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción alberga en su criptapanteón diversas urnas funerarias, de mármol rosado, entre ellas la de la princesa de Éboli. En las afueras está el Convento del Carmen, con una iglesia barroca que alberga un Museo de Historia Natural muy curioso, compuesto por animales exóticos naturalizados procedentes del lejano Oriente.
En julio se celebra un espectacular evento cultural que se ha puesto de moda en los últimos años: el Festival Ducal de Pastrana, en el que los lugareños ambientan el pueblo en la época que recrea el Siglo de Oro de la Villa, mediante representaciones teatrales, desfiles de trajes góticos y barrocos, conferencias, tertulias, espectáculos poéticos, mercado y la Recreación de la Vida y Muerte de la Princesa de Éboli.
Zorita de los Canes
El Castillo de Zorita de los Canes es una alcazaba islámica del siglo IX, fundada por Muhammad I. Estratégicamente situado sobre un cerrillo rocoso, es de difícil acceso, y debió ser una verdadera fortaleza. Enfrente de Zorita, al otro lado del río, se ven los restos de la ciudad visigoda de Recópolis, uno de los cinco parques arqueológicos que conforman la Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha, fundado en el año 578 d.C. por el rey visigodo Leovigildo. Actualmente, las excavaciones arqueológicas que periódicamente se llevan realizando desde hace años, han dejado al descubierto los restos de esta ciudad visigoda, única en Europa por ser fundación de nueva planta. El Parque cuenta con un moderno Centro de Interpretación que permite al visitante obtener un mejor conocimiento del yacimiento, ofreciendo visitas guiadas.
Un libro para un viaje
Los versos eternos de un poeta-guerrero, las aventuras universales de un loco soñador, las divertidas fechorías de un pícaro jovenzuelo, el minucioso viaje a una tierra con nombre de miel y las batallas de un caballero medieval son la invitación con la que Castilla-La Mancha te quiere seducir para que la descubras.
De la mano de Jorge Manrique, de Cervantes, del Lazarillo, de Camilo José Cela y del Cid, Castilla-La Mancha te invita a recorrer bellos rincones de sus cinco provincias: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo.
EL AUTOR
Camilo José Cela Trulock.(Iria Flavia, A Coruña, 1916 -Madrid, 2002). Escritor y académico español, galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Autor prolífi co, maestro del lenguaje y gran innovador de la narrativa en lengua castellana, cultivó también la poesía y los libros de viajes. La colmena, La familia de Pascual Duarte, Oficio de tinieblas, Mazurca para dos muertos, Cristo versus Arizona, La cruz de San Andrés o Madera de bojde bojde boj solo algunos de los títulos más destacados de la obra de uno de los grandes escritores del siglo XX.
LA OBRA
Es uno de los libros de viajes más famosos de la historia de la literatura. Camilo José Cela comenzaba su recorrido por estas tierras el 6 de junio de 1946 y concluía diez días después. En Guadalajara se iniciaba el viaje de un escritor que sería años más tarde miembro de la Real Academia y Premio Nobel de Literatura.De aquel viaje literario y vívido, han quedado algunos recuerdos que el viajero de hoy rememora, sigue, y admira. En Viaje a la Alcarria descubrimos una prosa en la que no se sabe qué admirar más: si su fl exibilidad, dinamismo y expresividad, su aparente despreocupación formal, o ese estilo tan personal fruto de la más concienzuda elaboración literaria.En lo que hoy es nuestra guía de viaje para recorrer esta fantástica tierra castellanomanchega «las cosas están contadas un poco a la pata la llana y tal como son o como se me fi guraron. En esto de los libros de viajes, la fantasía, la interpretación de los pueblos y de los hombres, el folklore, etc., no son más que zarandajas para no ir al grano. Lo mejor, según pienso, es ir un poco al toro por los cuernos y decir aquí hay una casa, o un árbol, o un perro moribundo, sin pararse a ver si la casa es de éste o del otro estilo, si el árbol conviene a la economía del país o no y si el perro hubiera podido vivir más años de haber sido vacunado a tiempo contra el moquillo». Bienvenido a esta Ruta de Viaje a la Alcarria. Bienvenido a Guadalajara.
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