El Parque Nacional de Cabañeros es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Europa. Visitarlo es un lujo para los amantes de la naturaleza, y su situación, entre Toledo y Ciudad Real, es un privilegio para los castellanomanchegos.

Varias rutas a pie permiten conocer el Parque y empaparse de sus encantos dedicando apenas media jornada.

Algunas de ellas pueden realizarse por libre o acompañados por un guía-intérprete. Las rutas guiadas, que son gratuitas, deberá reservarse previamente en el 926783297.

Aconsejamos visitar los centros o puntos de información del Parque antes de realizar cualquier itinerario, libre o guiado.

Esta que aquí proponemos es una ruta que se puede hacer por libre y se denomina ruta de la Plaza de los Moros. Es un ejemplo perfecto del bosque mediterráneo puro e intacto, perfectamente conservado, en todo su esplendor.

Circular: 3,5 km

Tiempo: 2 h

Dificultad: media-baja (existen tramos algo pedregosos en los que es necesario llevar calzado adecuado)

Antes de iniciar la ruta, recomendamos visitar el Centro de Visitantes de Horcajo de los Montes, en el que podremos planificar el camino y saber más sobre la diversidad de fauna y flora del Parque en diferentes salas expositivas. También nos explicarán cómo se formó Cabañeros, las tradiciones de los pueblos del entorno, los oficios de sus habitantes… y otras curiosidades como el uso de la madera de la encina o el descorche del alcornoque.

El comienzo de la ruta se encuentra entre las localidades de Horcajo de los Montes y Alcoba de los Montes. Se accede a ella desde la carretera que une estos dos pueblos y el nombre se debe al punto más alto del itinerario: el pico de Umbría (812 m de altura), conocido por los vecinos como «Plaza de los Moros».

Después del aparcamiento, un camino de tierra comienza a ascender por la falda norte del pico, entre jara, retama y aulaga, primero, y carrascas y quejigos después.

Antes de llevar 1 kilómetro andado, el camino se convierte en senda mientras que se adentra en un frondoso encinar. Encontramos también cantidad de alcornoques. Las laderas abruptas y pedregosas, menos transformados por el hombre, conservan mejor el sotobosque original. Además, la densidad del follaje retiene la humedad permitiendo el desarrollo de plantas muy variadas, entre las que destacan las trepadoras como las madreselvas. Según ascendemos disfrutaremos de hermosas vistas sobre este bosque mediterráneo.

Arriba, en el vértice geodésico, encontramos restos de un poblado de la edad de Bronce, hace casi 4.000 años. Construían pequeños poblados fortificados en torno a pozos en los valles o torres defensivas en las alturas. La acumulación de piedras de la cumbre son los restos de una estructura rectangular.