
Explora la ruta de patrimonio andalusí en Castilla-La Mancha y sumérgete en la belleza y la historia de su legado islámico. Descubre siglos de influencia cultural y arquitectónica que enriquecieron el arte y la cultura en la región.
De norte a sur y de este a oeste Castilla-La Mancha nos descubre medinas, castillos, alcazabas, murallas, palacios, mezquitas, baños públicos, fuentes, aljibes, paisajes... Un viaje en el tiempo y en el espacio para ver, sentir, oler, saborear y escuchar la riqueza de un legado cultural único. Al-Ándalus moldeó el actual mapa Castilla-La Mancha, y los itinerarios de estos Caminos de al-Ándalus nos permiten disfrutar de un bello, rico y sorprendente patrimonio material e inmaterial.
El itinerario VIII de la ruta, Kūnka y la cora de Santaver, es uno de los diez que atraviesan las cinco provincias de la región y descubre al viajero la historia de al-Ándalus en la provincia de Cuenca, además de ser foco de atracción para el turismo cultural en la zona, descubrir paisajes naturales con legado histórico, y presentar la astronomía como experiencia turística.
Fortalezas, naturaleza y observaciones astronómicas
Esta ruta propone explorar los paisajes históricos y naturales de la antigua cora de Santaver, una división territorial del emirato y califato de Córdoba que ocupó gran parte de la actual provincia de Cuenca, zonas de Guadalajara y parte de Teruel. Este extenso territorio de carácter agreste guarda un rico legado andalusí, marcado por su cultura agrícola, sus fortalezas medievales y su estrecha relación con la naturaleza y la astronomía.
La Medina de Šantabarīa y los centros de poder islámico
El recorrido se inicia en lo que pudo ser la capital original de la cora: Šantabarīa, probablemente ubicada cerca de la antigua ciudad romana de Ercávica, en las cercanías de Cañaveruelas. Con el paso del tiempo, otras ciudades asumieron un papel relevante en la administración y control del territorio, como: Uqlīsh (Uclés), futura sede de la Orden de Santiago; Walmu (Huélamo) y al-Qannit (Cañete), enclaves defensivos en el corazón de la serranía, y Kūnka (Cuenca), que más adelante pasaría a ser capital cristiana.
Durante los siglos IX al XI, este territorio fue gobernado por la dinastía amazig Banū Ḏū-l-Nūn, conocida por sus rebeliones contra el califato cordobés. Bajo su mando, la región se integró en la poderosa taifa de Toledo, hasta ser conquistada por Alfonso VI, dando inicio a una nueva etapa de luchas con almorávides y almohades.
Castillos, arquitectura andalusí y huella mudéjar
El viajero puede descubrir restos de alcazabas islámicas en poblaciones como Alarcón o Priego, donde los castillos han sido transformados con el paso de los siglos. Sin embargo, en muchos casos, la estética islámica continuó viva a través de las adaptaciones realizadas por la nobleza cristiana. Un ejemplo destacado es el castillo de Belmonte, donde aún se conservan techumbres decoradas inspiradas en el arte andalusí, símbolo de sofisticación y poder.
Paisajes culturales y agricultura andalusí
La cora de Santaver fue también un modelo de aprovechamiento del medio natural. Su economía se basaba en cultivos como el trigo, la vid, el olivo, la cebada, el azafrán y los avellanos, así como en la ganadería ovina, elemento clave en las rutas de trashumancia
En la laguna de El Hito, aún hoy se observan grullas migratorias cada invierno, en un paisaje cultural que refleja la antigua gestión andalusí del agua y la tierra; y las salinas del Manzano aseguraban al territorio la extracción de sal para la conservación alimentaria y el curtido de pieles. Por su parte, los pinares de la serranía conquense abastecían madera para la construcción naval en el levante, transportada a través de los ríos.
Mirar al cielo: astronomía y ciencia en al-Ándalus
Uno de los aspectos más fascinantes del legado andalusí es su desarrollo científico, en especial en el campo de la astronomía. Gracias a los cielos limpios de la serranía, este territorio fue ideal para la observación celeste y el cálculo del tiempo. Hoy, esa tradición continúa viva en el Parque Astronómico de la Serranía de Cuenca, donde los visitantes pueden disfrutar de experiencias astronómicas únicas que conectan la ciencia moderna con el conocimiento islámico del pasado. La zona tiene el sello de Destino Turístico Starlight que certifica que nos encontramos en zonas que gozan de excelentes cualidades para contemplar los cielos estrellados y son idóneos para desarrollar actividades vinculadas al astroturismo, donde además se establece un compromiso con la protección del cielo nocturno.
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